El proyecto es una reforma integral en un piso situado en una casa construida en madera y piedra en 1790. En la reforma se redistribuye el interior de la vivienda consiguiendo una zona de día abierta con la cocina y el comedor integrada a la zona de estar dándole al conjunto mayor sensación de amplitud y de iluminación natural. Además para los acabados de la vivienda se trabajó con uno de los principios de arQraft que es el de poner en valor lo existente y reusar todo lo que se pueda. Las paredes de piedra y la madera del techo había estado cubierta durante siglos y sin duda le dan carácter, personalidad al espacio. Eso junto a los colores de acabados más modernos le dan un acabado equilibrado que buscamos.